Hacer yoga es una práctica recomendada, independientemente del horario de su vida en que usted esté; combinado con paseos frecuentes (ejercicios cardiovasculares) le ayudará a mantenerse en forma durante el embarazo. El yoga le permitirá mejorar su agilidad, mientras tonifica sus músculos y mejore su equilibrio y la circulación sin sobrecargar sus articulaciones.
El yoga también es benéfico debido a su técnica de respiración, porque le enseña a respirar adecuadamente, a permanecer tranquilo, esencial cuando llega el momento de trabajo y contracciones.
Además de lo anterior, practicar yoga ayuda a lidiar con el estrés, reduciendo la frecuencia cardíaca y la presión arterial, algo importante incluso después del parto, cuando estos momentos aparecen cuando el cielo parece caer sobre ellos.
Los beneficios físicos se mencionan, pero usted también tiene otras ventajas, como el bienestar emocional, perteneciendo a una comunidad (si usted es un curso de yoga) con otras mujeres embarazadas, que entender sus preocupaciones y le ayudarán a resolver las dudas que pueda tener; esto implica promover un ambiente positivo, lo que le motivará a seguir ejercitando.
Idealmente, encuentre un curso específico o deje el monitor saber que está embarazada, para que usted pueda darle los ejercicios apropiados. Sin embargo, si usted está en las primeras semanas usted no tendrá muchas restricciones, pero recuerde hidratarse bien antes y después de cada ejercicio. Si siente dolor al realizar alguna postura, informe a su instructor para darle otra alternativa.